Siempre tomamos la decisión correcta
En tareas de gestión es donde más impacto pueden tener nuestras decisiones. Creemos decidir de forma racional, pero no es así. Cuando hablamos de gestión, parece que debe primar la opción más efectiva en términos de recursos, resultados o viabilidad. Rentabilidad, ante todo. Pero la realidad es tozuda y, al final, siempre terminas por decidir aquello que consideras correcto. Sin más.
Tanto en la gestión empresarial como en las decisiones personales, de forma sucesiva e inconsciente, terminamos escogiendo aquello que consideramos correcto.
Este enfoque, en el que advertimos que siempre tomamos la decisión correcta, puede provocar controversia. De hecho, al exponerlo Alejandro Serrano al que consideramos una de las personas más cultas en temas de gestión, me indicó: “Ojalá tuvieras razón…”.
Al final acordamos que sí, es cierto que hay quienes pueden optar por alternativas que no les benefician, ni a ellos ni a los demás. Pero que no íbamos a tomar en consideración a los estúpidos, como los define Giancarlo Livraghi en su fantástica y amena obra “El poder de la estupidez“.
Entonces la cuestión ya no es un “ojalá”, es “por suerte o por desgracia”. Porque a la hora de tomar las decisiones adecuadas cada uno tenemos distintas consideraciones acerca de qué es lo correcto. En eso radica la magia… y el problema.
Por suerte o por desgracia, no podemos limitamos a tomar decisiones en base a posibles escenarios o multitud de datos e información, parámetros que sólo sirven bajo un enfoque analítico. Y como debemos aceptar que tomamos la decisión correcta, lo mejor que podemos hacer es seguir tratando de mejorar nuestra capacidad de acertar y tomar la elección más conveniente. Sin olvidar que influyen, de forma increíble, nuestros sesgos relacionados con la ideología, la experiencia e incluso nuestras aspiraciones. Y, por supuesto, nuestro conocimiento.
Por eso, solemos recomendar menos manuales y más libros. Mejoran la intuición y el sentido común, que son los principales instrumentos que tenemos para decidir de forma adecuada.
Créditos de la fotografía: jev55 en Flickr (bajo licencia Creative Commons)
Javier Martínez Romero
En Twitter: @javisagan
Latest posts by Javier Martínez Romero (see all)
- El talento no se puede gestionar - 13/01/2015
- Gestión de la incertidumbre (parte 3 y última) - 09/06/2014
- Gestión de la incertidumbre (parte 2) - 04/06/2014
scalabBle – Recursos ociosos: el resultado no valida que la decisión es correcta
05/05/2014 (9:21 am)
[…] un reto, ya sea económico, político, social o personal. Así, en ese contexto, se considera que los resultados son los únicos que pueden validar que una decisión es correcta, cuando en realidad no es […]
scalabBle – El talento no se puede gestionar
13/01/2015 (1:59 pm)
[…] talento se desarrolla a la hora de generar secuencias de buenas decisiones. Esto supone un gran problema en los modelos de gestión tradicional ya que están basados en la […]